lunes, 21 de julio de 2014

Encasilla/Desbarata.

Cuando era pequeña no pensaba que habían diferencias entre los hombres y las mujeres, a pesar de que mi madre siempre me las decía, yo no las entendía. Para mí, todos éramos iguales.

Al crecer comprendí que el sexo es un mecanismo de la naturaleza, el que hayan machos y hembras en cada especie (salvo las hermafroditas, como las angiospermas)  es para la supervivencia de los seres que la componen. 

Luego llegó lo que me decían en mi escuela (la cual era altamente religiosa: "colegio de monjas" le dicen), donde la biblia era el modelo a seguir. Me la leí entera, no por fe. Sino para saber de qué se trataba, después de todo es un libro y bueno, creo que esa es otra historia. A lo que voy es que, religiosamente hablando, hombres y mujeres fueron creados por Dios, a su imagen y semejanza, para que se multiplicaran y dieran origen a la humanidad. 

Aún con eso, para mí, seguíamos siendo iguales. 

Una vez fui cuestionada en mi escuela por eso, me creyeron "lesbiana". Me satanizaron, humillaron y bueno, obviamente lloré. Creo que jamás nadie me ha tratado tan mal como la religiosa que era la directora en ese entonces. Mi colegio era de puras féminas, y yo siempre he sido altamente cariñosa, por abrazar a una amiga me trataron como una enferma, la cual debía ser corregida. Mi mamá casi incendia el establecimiento por eso.

Ahora, han pasado muchos años, desde que tanto  la ciencia como la religión (la cual obviamente no creo ni practico, por otros motivos) me han dicho de que hombres y mujeres no son iguales. Pero yo sigo pensando que lo somos. Soy muy terca, lo sé.

Es por eso que no me gustan las definiciones, no me gusta que me tilden de lesbiana, ni bisexual, ni heterosexual; de nada de esas cosas. Yo soy lo que soy y amo a quien amo. No me enamoro de un hombre, ni de una mujer. Me enamoro de la persona interior, de lo que cree, de lo que piensa, de cómo puede expresarse, de cómo es, de cómo mira la vida. Me gusta creer que yo me siento atraída a las personas que piensan que pueden hacer algo por el mundo, de tal vez un idealista o una soñadora, no me importa. Mientras me cautive por lo que es, para mí es más que suficiente.

El amor es más que tener relaciones, es más que órganos sexuales, es más que géneros y cánones. Cuando sientes esa alegría y conexión con una persona, simplemente la sientes sin pensar. 

Creo que el mundo sería un lugar mejor sin tanta preocupación por quién se quiere, sin tanta curiosidad por quién quiere el otro. Sin meterse en los sentimientos de los demás, sin que nadie me obligue o me diga a quién debo querer. Un mundo donde no se odie a alguien por lo que siente. Sí, supongo que sería un mundo mejor.

Pero, por lo general, no somos así. Siempre deben estar todos firmemente formados en la línea que alguien pensó que era lo correcto. Una religión o tal vez un pensamiento que nadie se ha planteado si es errado o no. Nadie lo cuestiona, ¿por qué? 

Yo pienso que no lo es. Por supuesto que no.